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La Revolución del Inka Tupaj Amaru II

   
 


 

 

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“AQUÍ NO HAY MÁS CÓMPLICES QUE TÚ Y YO; TU POR OPRESOR, Y YO POR LIBERADOR, MERECEMOS LA MUERTE”
. Fueron las palabras que pronunció José Gabriel Condorcanqui, nuestro Inca Túpac Amaru II al representante del rey de España antes de ser asesinado.

El 18 de mayo, es una fecha importante que no debemos olvidar nunca porque ese día en 1781, los invasores asesinos españoles, padre de los criollos que hoy nos dominan, asesinaron a nuestro Inca Túpac Amaru II, junto a toda su familia, en su afán por evitar la liberación de nuestro TAWANTINSYU de las garras del los invasores, para reconstruir nuestra patria y poner fin a tres siglos de opresión, de injusticias, de asesinatos, de violaciones, de usurpación de nuestro territorio de saqueo de nuestras riquezas, con la secuela de millones de indios muertos en las galerías de las minas.

El Inca Túpac Amaru II, conciente de los abusos de los invasores contra nuestros hermanos indios kheshwaymaras decía: "Nos oprimen en obrajes, chorillos y cañaverales, cocales, minas y cárceles en nuestros pueblos, sin darnos libertad en el menor tiempo de nuestro trabajo; nos recogen como a brutos, y ensartados nos entregan a las haciendas para laborar, sin más socorro que a nuestros propios bienes y a veces sin nada". Era la descripción de una explotación terrible donde "los indios rinden la vida con vómitos de sangre” agregaba.

Para poner fin a los abusos el INCA, en 1776, presentó una petición formal para liberar a los indios del trabajo obligatorio en las minas, la que fue negada desde Lima. Frente a la negativa de su petición, el Inca contando con el apoyo de la población india kheshwaymara, inicia la revolución el 4 de noviembre de 1780, apresando al odiado corregidor de Tinta, Don Antonio de Arriaga, a quien ajustician seis días después.

Contando con el valioso apoyo de su esposa Micaela Bastidas Pucuyawa, recluta adeptos a su causa, venciendo al ejército invasor en la batalla de Sangarará, para luego retirarse a la ciudad de Tungasuca. El 8 de enero de 1781 se enfrenta sin éxito al ejército enviado por el Virrey Jáuregui, siendo perseguido y hecho prisionero por el General Ventura Landa.

La revolución del Inca Túpac Amaru II, tuvo un contenido social, que lucho por reivindicar nuestra raza india kheshwaymara, contra los invasores españoles que consideraban a nuestros hermanos indios como seres "bípedos inferiores", por lo tanto su explotación era considerada como algo normal.

El programa social de Túpac Amaru II constaba de cinco reivindicaciones básicas:

1)     La supresión de la mita

2)     Eliminación de los obrajes

3)     Anulación del reparto de los corregidores

4)     Abolición de todo tipo de alcabala

5)     Manumisión de los esclavos, a condición de adherir a la causa.

Pero el objetivo principal del Inca, era la liberación del Tawantinsuyu, porque buscaba "extirpar" a los españoles de suelo americano, muestra de ello, es uno de sus documentos, fechado el 23 de diciembre de 1780, en la que se refirió a las "amenazas hechas por el reino de Europa" y les promete que "en breve serán libres del todo".

EL ASESINATO DEL INCA TUPAC AMARU II

El asesinato del Inca Túpac Amaru es un testimonio de la crueldad contra nuestra raza india kheshwaymara. La sentencia decia: "Que sea sacado de la cárcel, arrastrado a la cola de una bestia de albarado y conducido a la horca... que muerto naturalmente en ella por mano del verdugo, le sea cortada la cabeza y descuartizado; que la cabeza se lleve en una jaula de hierro al puerto de La Guaira... que se ponga uno de los cuartos a la entrada del pueblo de Macuto".

 

 El 18 de julio de 1781 fue sacado a la Plaza Mayor del Cuzco y obligado a presenciar el ajusticiamiento de sus más fieles seguidores, primero se ahorcó a José Verdejo, Andrés Castelo y a la mujer de Túpac Amaru, Micaela Bastidas, que sufrió infinitos tormentos; a su tío Francisco Túpac Amaru y a su hijo Hipólito, se les cortó la lengua antes de ahorcarlos; a la india Condemayta, Cacica de Acos, se le aplicó el garrote. Entonces le tocó el turno al Inca, en primer lugar le cortaron la lengua por haber hablado contra el rey decían los españoles. Acto seguido, lo derribaron al suelo y atándole las extremidades a cuatro caballos, se pretendió descuartizarlo; éstos partieron fustigados por sus jinetes pero no pudieron continuar su carrera, siendo frenados por la fuerza física del Inca. Impresionados los españoles por el monstruoso espectáculo, se les hizo difícil seguir soportándolo. Un representante del Virrey, venido desde Lima, hizo desenganchar los caballos. El cuerpo del Inca, aún con vida, fue arrastrado y puesto en un tabladillo. A una orden del enviado del Virrey, se acercó el verdugo y acomodando el cuello del sentenciado sobre un madero, levantó el hacha y dejándola caer cercenó su cabeza. Tupac Amaru murió como un héroe pues soportó estoicamente todo lo que le hicieron.

Un testigo anónimo describe la muerte del inca Túpac Amaru II

Se le sacó a media plaza: allí le cortó la lengua el verdugo, y despojado de los grillos y esposas, lo pusieron en el suelo: atáronle a las manos y pies cuatro lazos, y asido éstos a la cincha de cuatro caballos, tiraban cuatro mestizos a cuatro distintas partes: espectáculo que jamás se había visto en esta ciudad. No sé si porque los caballos ni fuesen muy fuertes, o el indio en realidad fuese de fierro, no pudieron absolutamente dividirlo, después de un largo rato lo tuvieron tironeando, de modo que le tenían en el aire, en un estado que parecía una araña. Tanto que el Visitador, movido de compasión, porque no padeciese más aquel infeliz despachó de la Compañía una órden, mandando le cortase el verdugo la cabeza, como se ejecutó. Después se condujo el cuerpo debajo de la horca, donde le sacaron los brazos y los pies... Este día concurrió un crecido número de gente, de que entre tanto concurso no se veían indios, á los menos en el traje mismo que ellos usan, y si hubo algunos, estarían disfrazados con capas ó ponchos. Suceden algunas cosas que parece que el diablo las trama y dispone, para confirmar á estos abusos, agüero y supersticiones. Digólo porque, habiendo hecho un tiempo muy seco, y días muy serenos, aquel amaneció tan toldado, que no se le vio la cara al sol, amenazando por todas partes á llover; y á hora de las 12, en que estaban los caballos estirando al indio, se levantó un fuerte refregón de viento, y tras este aguacero, que hizo que toda la gente, y aun las guardias se retirasen á toda prisa. Esto ha sido causa de que los indios se hayan puesto á decir, que el cielo y los elementos sintieron la muerte del Inca, que los españoles inhumanos é impíos estaban matando con tanta crueldad. ...De este modo acabó José Gabriel Túpac Amaru [...]."

Carlos Marx, en El Capital, describió aquel derramamiento de sangre como una "cruzada de exterminio, esclavización y sepultamiento de la población aborigen en las minas" y recordó: "Los actos de barbarie y desalmada crueldad cometidos por las razas que se llaman cristianas contra todas las religiones y todos los pueblos del orbe que pudieron subyugar, no encuentran precedentes en ninguna época de la historia universal ni en ninguna raza, por salvaje e inculta, por despiadada y cínica que ella sea".

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CONTINUACIÓN DE LA REVOLUCIÓN DEL INCA TÚPAC AMARU II

La revolución de Túpac Amaru II fue continuada por Diego Cristóbal, Pedro Wilka Apaza y los hermanos Katari que llegaron a tomar Puno y La Paz, y su influencia llegó hasta el norte chileno y argentino, también influyó en Colombia con la llamada Revolución de los Comuneros del Rosario, encabezada por José Antonio Galán y el cacique Zape Zipa, que proclamó a Túpac Amaru "Inca de América".

Pero, la revolución de Túpac Amaru II no sólo quedó ahí, trascendió siglos hasta hoy, porque continuar con el legado del Inca Túpac Amaru II, ser revolucionarios, significa luchar por la Liberación de nuestra nación india kheshwaymara de la opresión de los criollos descendientes de los invasores españoles, basado en el nacionalismo cultural y racial. Siguiendo el camino trazado por nuestros héroes Kheshwaymaras, especialmente del Inca Túpac Amaru II, que representó la conciencia nacional india que buscaba la libertad de la patria bajo la hegemonía de la raza india inca, que buscaba integrar bajo ese manto, a toda las etnias y nacionalidades, que en el pasado constituyeron el Tawantinsuyu, nustra nación. El título de Inca reivindicaba el pasado indio, el Tawantinsuyu, porque Inca significaba "padre", "fundador", "conductor", y el Tawantinsuyu era presentado como un imperio justo e igualitario. El reparto de estampas con su imagen reivindicando su título, como la proclama de independencia redactada de puño y letra, expresan su total vocación de liberación. Defendió la igualdad de las razas, y convocó a los criollos, mestizos y negros a la revolución. Fue un gesto simbólico la decisión que fuera el Negro Oblitas quien ejecutara al corregidor Arriaga.

En el aspecto económico, además de proclamar la desaparición de los tributos coloniales, proclamó la abolición de la esclavitud, la mita como sistema de sojuzgamiento de nuestros hermanos indios, y los obrajes; llamando a repartir las tierras de los españoles entre todos aquellos que se alzaran contra la dominación de los invasores.

El Inca José Gabriel asumió las banderas de la revolución francesa. Para la designación de sus jefes militares combinó nobles indios con la capacidad de otros como los hermanos Katari o Pedro Willka Apaza, que además representaron el sector más radical.

La crueldad y el ensañamiento de los invasores, el "olvido" posterior de la oligarquía y su conversión posterior a simple "precursor", es una muestra del odio histórico que generó la revolución del Inca Tupac Amaru II en los criollos. En el Virreynato del Plata usaron el término "tupamaro" para designar a todo revoltoso. Esa tradición fue recogida por los revolucionarios uruguayos, para reiniciar la lucha armada.

Ningún movimiento independentista de liberación del Tawantinsuyu, de Awiyala (América) asumió banderas tan radicales, Túpac Amaru II expresó lo más avanzando de la lucha anticolonial en todo el continente, es la esperanza frustrada hasta hoy, de nuestro pueblo indio kheshwaymara. El Inca Túpac Amaru II, es el padre de nuestra rebeldía y nuestra nacionalidad.

En esta larga guerra de cinco siglos, cayeron muchos jefes revolucionarios kheswaymaras, pero la llama rebelde de nuestra nación india, inca kheshwaymara no se apagó. Muchos creen aún en la actualidad, que la derrota de la Revolución del Inca Túpac Amaru II, liquidó las posibilidades históricas del proyecto nacional indio, pero están equivocados, la tempestad en los andes vuelve con más fuerza, nosotros los indios kheshwaymaras, estamos obligados a retomar las banderas nacionalistas de nuestro Inca Tupac amaru II, y continuar con la lucha de liberación nacional del Tawantinsuyu hasta la victoria final con la bendición de los Apus. Los criollos descendientes de los invasores asesinos españoles no tienen lugar en el Awiyala (América), no tienen lugar en nuestra cultura, no tienen lugar en nuestro proceso histórico de liberación, salvo que adopten nuestra cultura, nuestra forma de vida.

 

 
 

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