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Si alguien pensó que la conducta del congreso cambiaría con la elección anterior se han equivocado por completo, sólo basta recordar el último escándalo, suscitado por la amañada y fraudulenta elección de los miembros del Tribunal Constitucional, que finalmente fue anulada por presión de la opinión pública, si no fuera por las fotos publicadas por los medios de comunicación, hoy tendríamos un Tribunal Constitucional, con gente afín al partido aprista, un Tribunal al servicio de los intereses de los apristas y de los criollos, apañando sus inmoralidades y protegiendo los intereses de los criollos. El APRA no ha cambiado su costumbre de copar las instituciones públicas, tienen controlado el Poder Judicial y estuvieron a punto de copar el Tribunal Constitucional, dijeron que se estaba privilegiando la meritocracia es decir los méritos de los académicos de candidatos, pero todo fue mentira, porque ninguno de los cuatro primeros lugares fueron tomados en cuenta por la comisión dirigida por los apristas, este hecho muestra a las claras el engaño de la comisión a la población, que para ellos sólo constituye un error, cuando toda la comisión debía ser sancionada y nombrar una nueva comisión que actúe de manera transparente, pero que podemos esperar de éste congreso que ha ratificado a la comisión sobre todo a su presidente, como premio a su desempeño en la elección fraudulenta, anulada.
Los escándalos no paran, recordemos el caso de los patrulleros, las ambulancias, el nombramiento efímero del fujimontesinista Pandolfi, el caso de la congresistas que nombraron como sus asesores a fantasmas o a sus empleadas como Canchaya, o el uso de los bienes del estado para fines partidarios avalada por el congresista Cenzano, entre otros escándalos y estamos seguros que continuarán los escándalos, ¿hasta cuando?, Hermanos y hermanas del Tawaintisuyu, ha llegado la hora de levantarnos del largo sueño y adormecimiento a la que nos han sometido los criollos, es hora de luchar contra los tiranos usurpadores de la voluntad del pueblo, que en nombre de la seudo democracia, roban, asesinan, regalan nuestros recursos naturales, y nos tiene postrados en la miseria, excluidos, discriminados y marginados . Es hora de retomar las sendas de nuestro destino, para ello debemos organizarnos y prepararnos apara autogobernarnos, para instaurar una sociedad como continuación del TAWAINTISUYU, con nuestra filosofía, con nuestra forma de vida, donde prime el Ayni, el trabajo recíproco, basta de vivir para los extranjeros “turistas”, basta de vivir de limosnas, siendo dueños de nuestras riquezas, resulta contraproducente, insultante que los criollos sólo nos den limosnas y sólo en algunas ocasiones de “emergencia”, cuando ellos todo los días se apropian de los ingresos del tesoro público, respaldados por la ley que ellos mismos aprueban, y respaldados por la constitución de origen ilícito como es la de 1993. Los criollos en el poder hablan del estado de derecho, del cumplimiento de la ley, pero se olvidan que la ley de leyes, la carta fundamental, la Constitución de 1979 ha sido violentada, ha sido derogada ilícitamente, por una dictadura mafiosa como la de Fujimori, y hasta hoy mantienen en vigencia una constitución de origen ilegítima, ilícita, si queremos retomar el estado de derecho debemos y ser coherente con lo que decimos, debemos retornas a la constitución de 1979, y sobre la base de dicha constitución introducir modificaciones o convocar a una nueva Asamblea Constituyente para que elabore una nueva constitución.
Es hora de poner fin a la inmoralidad, a la corrupción en los órganos de gobierno central, los gobiernos regionales y locales, la coima debe ser desterrada de nuestro vocabulario, oponiendo nuestro valores a los valores occidentales, nuestra cultura a la cultura occidental, nuestra filosofía a la filosofía occidental, nuestra forma de vida a la forma de vida occidental, oponiendo nuestra nación Tawantinsuyana, nación kheshwaymara al minúsculo grupo humano de criollos y mestizos que hoy detentan el poder, Gonzales Prada en su obra Horas de Lucha sostenía que cien mil individuos criollos y mestizos mantenían un dominio sobre más de tres millones de indios, quienes a la vez constituían una nación, José Carlos Mariategui sostenía que las tres cuartas partes de la población peruana eran indios, y solo un cuarto de la población eran criollos y mestizos, quienes tenían sometidos a los indios. Esta situación de dominio de la minoría hacia la mayoría debe terminar, por obra de la lucha de nosotros los indios tawantinsuyanos, que constituimos la mayoría de la población peruana.
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